Durante sus
inicios lo que conocemos hoy en día como fisioterapia, se basó simplemente en
el uso de medios físicos no ionizantes como el agua, calor, frío, luz, entre
otros, que sumado a los masajes constituían un medio de tratamiento, posterior
a esto, conforme su desarrollo surgieron nuevos medios físicos como la
electricidad, aportando nuevas características que favorecían al tratamiento de
diferentes condiciones que afectaban el movimiento.
Mediante su
avance, surgieron dos bases sumamente importantes como la medicina física, una
especialidad que tendría como objeto estudiar los medios físicos, por otro
lado, el ejercicio físico, una alternativa que afirmaba que la actividad física
influía positivamente como medio para aplicar un tratamiento. A partir de aquí,
el instructor Per Henrik Ling fundó el Instituto Central de Gimnasia en Suecia
donde se aplicaban estos ejercicios físicos y en el cual se formaron los
primeros terapeutas del movimiento. Sin embargo, es en 1984 donde se lleva a
cabo la sistematización de estas bases por Howard Rusk, el cual no creó la
fisioterapia, pero fue el primero en desarrollar e impulsar estos medios y
ejercicios físicos como elementos fundamentales en la rehabilitación.
A la fisioterapia
le costó mucho afianzarse como una disciplina, se requirió de muchos años y de
una gran cantidad de trabajo de por medio, que han llevado a que hoy en día, se
una carrera universitaria que forma licenciados en fisioterapia y que es vista
desde 3 dimensiones, técnicamente, como la aplicación de medios y ejercicios
físicos para aplicar un tratamiento; profesionalmente, como la capacidad de
intervenir y realizar valoraciones funcionales, y como disciplina teniendo como
objetivo contribuir a recuperar el movimiento afectado.
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